Un edificio en un lugar privilegiado en diálogo con el emblemático puente D.Luís I, el río, frente a las casas y la Ribeira de Oporto, incrustado en un paisaje único que nos lleva hacia donde el Duero cruza el horizonte. Construir sobre esta zona protegida bajo la bandera de la Unesco y con su encantador carácter histórico, fue un proceso delicado, un profundo reflejo de restricciones muy fuertes.